La última etapa. Empiezan ya los Montes de León y el paisaje se vuelve más verde (y eso que todavía no han florecido los árboles). Hoy empieza con una pequeña subida, y cuando vuelva al Camino habrá otra subida y la salida de los Montes.
Al ser ya lo último, hemos quedado en varios pueblos. En Santa Catalina de Somoza hemos tomado algo calentito y Bea ha continuado su marcha, mientras Aroa jugaba un rato. Íbamos a comer en El Ganso, pero la niña se ha dormido y hemos continuado hasta el final para comer allí y salir después.
Rabanal es un pueblo que vive el Camino, y eso se nota en la cantidad de albergues y restaurantes que hay. Íbamos a comer un bocata y alguna tapita en un restaurante (en la Posada de Gaspar), pero han sido tan bordes los del restaurante que hemos decidido ir a otro y tomarnos un menú. Como estaba todo reservado y había unos peregrinos que buscaban también comer, comimos los cuatro juntos, para así poder despedirnos los tres del Camino.
Después ya vino el fin: la vuelta a casa. Un viaje de unas 4 horas, dejando atrás todos los días pasados, todo lo recorrido y preparándonos para la vuelta al trabajo.
Pero... volveremos.
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